1. El molino de piedra
El molino de piedra fue construido en 1303 como molino de grano por los monjes cistercienses del monasterio de Zinn y operado por ellos. El molino se utilizó como molino de grano hasta 1766, cuando el maestro del molino en ese momento recibió permiso para construir un molino de corte (aserradero).
Fue demolido nuevamente en 1845 y luego reconstruido como molino de aceite. A fines del siglo XIX, se agregó energía de vapor y el molino se convirtió en una fábrica de papel paja. También se utilizó como molino de vapor. En 1918, el molino cotiza como “G. Molino de piedra de Thiele". El dueño era Emil Gericke, yerno de G.Thiele. En 1934 se sustituyó la máquina de vapor por un motor y se amplió el molino.
crematorio abandonado
El crematorio, inaugurado en 1910, fue construido casi en su totalidad sobre el suelo debido al problema predominante de las aguas subterráneas y estuvo en funcionamiento hasta la década de 1990. Según varias fuentes, aquí fueron incinerados hasta 100.000 fallecidos. Había un cementerio de urnas detrás del crematorio. En la década de 1930, debido al creciente número de cremaciones, fue necesaria una expansión del edificio, así como una tecnología de combustión más eficiente, instalaciones de almacenamiento y espacio para más personal. Se creó una extensión trasera para la oficina, el ascensor y el almacén, y se tapiaron las columnatas abiertas para crear un espacio de refrigeración adicional. El hielo para enfriar los cadáveres se producía en el sótano mediante máquinas de hielo y también se vendía a terceros.
En la década de 1980, la sala de luto se cerró por primera vez y se desmanteló el sistema de hundimiento operado por agua a presión. El molino de cenizas y el piso tecnológico con el carro de inserción en el sistema de rieles giratorios, que hacía accesibles los hornos de piso en forma de Y, todavía están allí. Los quemadores fueron desmantelados después del cierre, al igual que la mesa del ataúd. El estado general del crematorio, que es un edificio catalogado, ahora es muy malo. Mientras que los vándalos y los cazadores de chatarra se enfurecieron en la sala de luto y el clima hizo el resto, se pueden encontrar grafitis, garabatos y daños por incendios en los pisos inferiores. El carro de alimentación ya se había levantado de las vías varias veces. Se pueden encontrar marcas de arcilla refractaria, así como urnas de plástico y cerámica esparcidas por los pisos. Nada parece ser sagrado para la destructividad de algunos, ni siquiera un antiguo crematorio.
